En esta obra son contemplados, palabra por palabra, los acontecimientos de los cuatro últimos capítulos del Evangelio según san Juan. La exégesis de la autora procede a partir de la luz del misterio originario del cristianismo, de la Santísima Trinidad, del que fluyen todos los otros misterios y que es, al mismo tiempo, el misterio originario del hombre. Estas meditaciones van palpando la plenitud humana de Dios con casta reverencia y atrevimiento infantil, y así ellas son una confesión de la Palabra encarnada. La paradoja de la Encarnación de Dios, de su pasión, resurrección y de la fundación de su Iglesia brilla aquí en la armonía llena de polaridades propia de la visión de San Juan. Pues el ‹discípulo del amor› ha recibido el don de entrar en la realidad divina-humana de su Señor para siempre de nuevo comunicarlo gratuitamente a todo creyente.